miércoles, 28 de mayo de 2008

Plan retorno:invitación para volver a casa

El Plan de Retorno "voluntario" propuesto por el Ministerio de Trabajo e Inmigración del Gobierno español, para "controlar" la tasa del paro y "ofrecer" una salida a aquellos que quieran regresar a su país, suena claramente a "ya no hacen falta".

Aunque la propuesta de retorno sea voluntaria y se ofrezcan "incentivos" como: unificar los meses del paro, micro créditos y asesoramiento para emprender negocios en el país de origen, entre otras opciones, la medida mas que una salida a la mejora de la situación de los inmigrantes, es una invitación a regresar a casa.

Me pregunto que garantías se otorgarán al gran número de mujeres inmigrantes que trabajaban en el sector doméstico, y que no tienen derecho al paro?

Por qué cuando la economía iba bien y la mayoría trabajaba no se adoptó esta medida en favor de los inmigrantes?

La mano de obra de los extranjeros ha constituido uno de los pilares para el crecimiento de la economía en los últimos años, sin embargo, ahora sobran y hay que buscarles alguna salida.

Quién no ha soñado con regresar a su país después de cumplir sus objetivos?, la mayoría. Pero después de tantos años de esfuerzo, de reagrupar a sus familias, vivienda propia (aunque hipotecada), estabilización económica y social, resulta irónico que por estar en el paro regreses a tu país, sin mas.

Para regresar a casa no solo hace falta "ayudas económicas". Quienes en algún momento se lo han planteado tienen muy en cuenta que la situación de los países emisores están, en la mayoría de los casos, en peor situación económica y social que España. Que no es cuestión de hacer maletas y partir, son muchos aspectos que se deben tener en cuenta.

Para quienes han planificado su regreso después de años de esfuerzo, puede que los incentivos sean bienvenidos pero, por favor, no somos ingenuos.





3 comentarios:

wilson dijo...

Tal como somos, siempre seremos

Que difícil tener una lectura del fenómenos de la emigración. Y menos posible en una situación de crisis universal de alimentos, como parece ser se muestra en las evidencias mediáticas y las urgencias de los regímenes para afrontarla.
No pienso referirme a las acciones urgentes para el sector agrícola que propone el socialista del Siglo XXI, con tantas invocaciones a “sí, me hago entender”, que solo evidencian que ni él mismo, como el economista que ha demostrado ser, las entiende del todo; sino hablar de la situación de desasosiego que enfrentan miles de emigrantes ecuatorianos y americanos en Europa.
El plan de retorno a casa, con incentivos económicos y capacitación pudo haber resultado tentador hace casi una década, cuando los emigrantes quizá sentían todavía nostalgia por su terruño y no habían echado raíces en suelo europeo: trabajos ocasionales, educación de sus hijos, garantías de cuidados de protección de salud y un lugar en donde dormir. Hoy, cuando ha transcurrido una década y los emigrantes de 20 años ya han cumplido 30 y otros han conseguido juntar a su familia en sus sitios de destino; los planes de retorno resultan una amenaza.
¿Por qué antes no se hicieron estos anuncios en la Comunidad Europea, y esperaron una situación de crisis? Es la lógica pregunta que se formula, Beatriz Rivera, en su espacio de desahogo mental, en el sitio Tal como somos, http://talcomosomosonline.blogspot.com/ y tienes razones para dudar de las intenciones de la Comunidad que la acoge desde hace varios años y la sospecha de que las presiones vienen para decir a los inmigrantes “ya no los necesitamos, ya no nos son útiles”.
El blog mundotoon de El Mundo http://www.elmundo.es/especiales/mundotoons/ ironiza, y con razón, el plan de retorno como un plan de vacaciones turísticas de gastos pagados y de porvida a los encantadores parajes y escenarios naturales de los países de origen.
Pero, como bien anota Beatriz, esos países ni están en condiciones para invitar de vacaciones a sus millones de emigrantes ni tienen capacidad para acogerlos de regreso. Además, todos esos países han fijado sus expectativas fiscales en el dinero que envían los emigrantes, en sacrificio de sus vidas, a sus familias. Regresar, en esas condiciones, nadie se va a plantear sin la ayuda que se han propoesto los parlamentos europeos, en una disimulada manera de decirles: Ya no los queremos más aquí, ¡marchaos!

Anónimo dijo...

Tal como somos, siempre seremos

Que difícil tener una lectura del fenómenos de la emigración. Y menos posible en una situación de crisis universal de alimentos, como parece ser se muestra en las evidencias mediáticas y las urgencias de los regímenes para afrontarla.
No pienso referirme a las acciones urgentes para el sector agrícola que propone el socialista del Siglo XXI, con tantas invocaciones a “sí, me hago entender”, que solo evidencian que ni él mismo, como el economista que ha demostrado ser, las entiende del todo; sino hablar de la situación de desasosiego que enfrentan miles de emigrantes ecuatorianos y americanos en Europa.
El plan de retorno a casa, con incentivos económicos y capacitación pudo haber resultado tentador hace casi una década, cuando los emigrantes quizá sentían todavía nostalgia por su terruño y no habían echado raíces en suelo europeo: trabajos ocasionales, educación de sus hijos, garantías de cuidados de protección de salud y un lugar en donde dormir. Hoy, cuando ha transcurrido una década y los emigrantes de 20 años ya han cumplido 30 y otros han conseguido juntar a su familia en sus sitios de destino; los planes de retorno resultan una amenaza.
¿Por qué antes no se hicieron estos anuncios en la Comunidad Europea, y esperaron una situación de crisis? Es la lógica pregunta que se formula, Beatriz Rivera, en su espacio de desahogo mental, en el sitio Tal como somos, http://talcomosomosonline.blogspot.com/ y tienes razones para dudar de las intenciones de la Comunidad que la acoge desde hace varios años y la sospecha de que las presiones vienen para decir a los inmigrantes “ya no los necesitamos, ya no nos son útiles”.
El blog mundotoon de El Mundo http://www.elmundo.es/especiales/mundotoons/ ironiza, y con razón, el plan de retorno como un plan de vacaciones turísticas de gastos pagados y de porvida a los encantadores parajes y escenarios naturales de los países de origen.
Pero, como bien anota Beatriz, esos países ni están en condiciones para invitar de vacaciones a sus millones de emigrantes ni tienen capacidad para acogerlos de regreso. Además, todos esos países han fijado sus expectativas fiscales en el dinero que envían los emigrantes, en sacrificio de sus vidas, a sus familias. Regresar, en esas condiciones, nadie se va a plantear sin la ayuda que se han propoesto los parlamentos europeos, en una disimulada manera de decirles: Ya no los queremos más aquí, ¡marchaos!

Anónimo dijo...

La verdad es que estoy mu de acuerdo contigo, no se entiende que sin más ni más, se eche de España a quienes han aprtado tanto a la economía de ese país. Ese "retorno voluntario", a mi entender es un retorno forzado a personas que han cifrado sus esperanzas en la Madre Patria.

Tengo familia allí desde hace años, muchos de ellos tendrán que regresar, algunos tiene ya su vida resuelta en términos económicos y los que no? Qué será de su vida en nuestro país, lleno de precariedades. Esa invitación a regresar a casa, debe ser revisada cuidadosamente... hasta la próxima.